Resumen

Es casi obvio pensar que los medios de comunicación tienen una gran incidencia en el sistema de valores de los individuos. Los jóvenes han aprendido sus valores, aspiraciones y modelos de conductaa través de los medios de comunicación. Lo que ocurre es que en muchas ocasiones lo que enseña la escuela y lo que los jóvenes aprenden a través de los medios de comunicación está en divergencia. En esta línea, Pérez Tornero asegura que, si la educación tiene que ver con las actitudes, normas y valores, es bien cierto que los medios de comunicación, las ciudades, las modas y el grupo de iguales se convierten en los más poderosos sistemas educativos del momento. En muchas ocasiones, los diferentes actores del proceso educativo sienten cómo escapa de sus manos la posibilidad de influir en la educación de los estudiantes (Pérez Tornero, 2000: 46). Además, uno de los grandes problemas que existen en la actualidad, y tal y como asegura Ferrés, es que la televisión, que se ha convertido en el fenómeno cultural más impresionante de la historia de la humanidad, es la práctica para la que menos se prepara a los ciudadanos (Ferres citado en Aguaded Gómez, 2000: 222). Es necesario, por ello, enseñar a los estudiantes a descubrir la realidad de los medios, alertarles sobre la uniformización cultural que están generando para que sean más críticos y vean los contenidos mediáticos partiendo de una reflexión previa. Una reflexión que debería partir del aula aunque, como afirma Cabero, resulta llamativo que estemos empezando a plantear las necesidades que pueden generar otros medios y que todavía nuestra escuela no ha asumido, consciente y críticamente, la necesidad de alfabetizar a los alumnos para descodificar los mensajes emitidos por los medios de comunicación de masas(Yuste, 2000:177). Los medios actúan como una ventana, proporcionando solamente una pequeña parte de la realidad maquillada según los propios intereses del medio. Y este problema lleva a que para cualquier usuario de medios de comunicación, existe lo que aparece en los medios y lo que en ellos no se refleja o bien no existe o no es importante. Así, los medios, contrariamente a lo que se afirma algunas veces, no pretenden ofrecer conocimiento, como tampoco tienen el fin de formar ni informar. Su objetivo es conquistar audiencias que produzcan beneficios económicos (Yuste, 2000:185). El gran problema es que a través de la televisión, de esa pequeña parte de la realidad, a través de la que la gran parte de las personas configuran sus valores y conductas que no son más que un reflejo de la cultura occidental como modelo o paradigma cultural mundial.

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Published on 30/09/05
Accepted on 30/09/05
Submitted on 30/09/05

Volume 13, Issue 2, 2005
DOI: 10.3916/25881
Licence: CC BY-NC-SA license

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