Las cartas constituyen una de las principales fuentes de información para los investigadores sobre libro antiguo, especialmente del siglo XVIII, cuando la Europa de la Ilustración hizo de la correspondencia su principal vehículo de comunicación. A partir de ellas podemos reconstruir el mundo de las bibliotecas, la circulación de libros e ideas, y el mundo de la lectura desde una óptica más personal. A través de algunos ejemplos se pretende explorar las posibilidades que las relaciones epistolares tienen para los futuros investigadores sobre historia del libro.
Published on 30/11/15
Accepted on 30/11/15
Submitted on 30/11/15
Volume 24, Issue 6, 2015
DOI: 10.3145/epi.2015.nov.12
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