A LA HORA DE LA EXTRACCIÓN de contenido en documentos gráficos, la documentación apenas ha esbozado una solución que en el mejor de los casos sólo podríamos calificar de a medias.
Florecen en el Siglo de Oro los manuales de pedagogía y de educación de príncipes que teorizan sobre los principios de buen gobierno que han de regir al gobernante perfecto. No nos extraña por tanto que el teatro tirsiano suba a las tablas múltiples reflexiones acerca de los malos ejercicios del poder y del ars gubernandi a través de variadas y diversas formas de tiranía: desde la doméstica, en el ámbito individual y privado, con figuras despóticas de patres familiarum que obligan a sus hijos a un matrimonio de conveniencia como en Ventura te dé Dios hijo, hasta la dimensión colectiva y pública a través de malos gobernantes que contaminan su república con sus desenfrenadas pasiones como en La república al revés, pasando por la soldadesca que abusa de los villanos en Todo es dar en una cosa.Siendo el teatro un género marcadamente visual con un gran poder persuasivo, Tirso recurre con frecuencia a modelos iconográficos, emblemáticos y simbólicos, a la hora de imaginar acciones o situaciones dramáticas, con el propósito de «enseñar, mover, hablar, y deleitar siempre y con todos géneros de gente». Mediante la representación alegórica, se sugiere al público todo un sistema de símbolos cuyo significado es convenientemente explicado por el texto. Tal íntima relación dialéctica que va en varios sentidos, de un arte a otro, vertebra dramas como La mujer que manda en casa, La vida y muerte de Herodes, La república al revés, La venganza de Tamar, que se pueden leer, ver y apreciar desde una clave simbólica. En este ensayo, pretendo demostrar cómo consigue Tirso, mediante el simbolismo del bestiario bíblico-medieval y las estrategias escénicas construir y deconstruir a la figura del tirano, creando al mismo tiempo una verdadera tiranía de la imagen.
Abstract
Florecen en el Siglo de Oro los manuales de pedagogía y de educación de príncipes que teorizan sobre los principios de buen gobierno que han de regir al gobernante perfecto. No nos extraña por tanto que el teatro tirsiano suba a las tablas múltiples reflexiones acerca de los [...]
En las últimas décadas los estudios sobre las imágenes han cobrado un renovado interés. Desde distintas perspectivas y escuelas diversas se ha llevado cabo una nueva reflexión sobre los objetos visuales. Hacia fines del siglo XX, las imágenes se han convertido en un objeto de estudio privilegiado en virtud de su circulación masiva a través de los dispositivos electrónicos, de su uso político y militar, como recurso didáctico de las ciencias, y como objeto de las legislaciones, entre otras razones, abriendo el camino a un sinnúmero de trabajos que se han dedicado a revisitar la cuestión.Ya en la Modernidad emergieron dos paradigmas sumamente polarizados respecto de la cultura visual, el científico —que ha hegemonizado la mentalidad de Occidente— y el barroco. El uno realista y referencial, el otro visionario y simbólico. Este trabajo se centra en una relectura y actualización de este último. Más particularmente, indagaremos sobre la legibilidad de las imágenes y sobre qué tipo de lectura ofrecen. Sostenemos que las imágenes pueden ser leídas como un texto y que el neobarroco, aplicado a las imágenes, permite desarrollar nuevos principios de lectura, que en su intento de desciframiento, su puesta en práctica solo nos señala un vacío y no la capacidad para encontrar el significado original, que está ya, para siempre, perdido.
Abstract
En las últimas décadas los estudios sobre las imágenes han cobrado un renovado interés. Desde distintas perspectivas y escuelas diversas se ha llevado cabo una nueva reflexión sobre los objetos visuales. Hacia fines del siglo XX, las imágenes se han convertido en un objeto de [...]