Miembro destacado de una célebre dinástica cómica, Francisco de Castro fue, además de actor y autor, un dramaturgo bastante prolífico cuya producción sobrepasa el medio centenar de piezas breves. Él mismo publicó la mayoría de ellas en tres tomos bajo el título común de Alegría cómica, destacando entre sus obras el entremés El órgano y el mágico. Siendo la declarada intención de Castro ser «su fin solo el que te diviertas», el entremés refleja jocosamente la grave situación del país en el cambio de siglo y dinastía, que obligó a muchos miembros de las clases populares a cambiar de oficio para poder sobrevivir. La prolongada actividad profesional del autor en las compañías de la villa y corte y su participación asidua en fiestas cortesanas con música le permiten reutilizar varias tonadas palaciegas (y combinarlas con otras popularizantes), que demuestran la difusión de estas canciones entre un público no especialmente culto e, incluso, popular. Como consecuencia, estas obras no solo pervivirán más allá del marco para el que fueron creadas; también servirán de puente a nuevas formas teatrales breves del siglo ilustrado.
Abstract
Miembro destacado de una célebre dinástica cómica, Francisco de Castro fue, además de actor y autor, un dramaturgo bastante prolífico cuya producción sobrepasa el medio centenar de piezas breves. Él mismo publicó la mayoría de ellas en tres tomos bajo el título común de [...]