El artículo intenta mostrar, tomando como referencia la obra de Baltasar Gracián, que la experiencia barroca del Deus absconditus conduce a presuponer una physis inherente al mundo. Frente a la tesis de una oposición excluyente entre el todo infinito trascendente y la nada del mundo, el autor defiende la relación incluyente entre ambas en la forma de una presencia despresente, o ausencia presente, de lo divino en el mundo, aporética que se muestra generadora de la profundidad de lo finito. La presencia del Artífice en tal esfera permite afirmar tanto una physis de lo natural como una physis del mundo cultural, relacionadas por el ingenio. La simultánea despresencia de lo divino como totalidad implica una physis del mundo finito en su más amplio sentido, en la que se reúnen las dos anteriores. Se trata de una physis paradójica de lo creado, matriz autopoiética que abre en lo finito una peculiar infinitud infinitamente infinita.
Abstract
El artículo intenta mostrar, tomando como referencia la obra de Baltasar Gracián, que la experiencia barroca del Deus absconditus conduce a presuponer una physis inherente al mundo. Frente a la tesis de una oposición excluyente entre el todo infinito trascendente y la nada del [...]