Que Twitter ha revolucionado la manera de hacer política no es novedad; tampoco lo es su capacidad de viralización, mediatización y activismo ciudadano. En paralelo, la personalización del candidato político alcanza un elevado índice de respuesta usuaria (me gusta, retweets y comentarios) que supera la actividad del propio partido. En el contexto de las postelecciones catalanas del 21D, el objetivo de este estudio es conocer a partir de una metodología triangulada de análisis de contenido, las principales estrategias y posibles efectos de una comunicación digital, en la que prima el sujeto (quién) por delante del objeto (qué). Sobre un muestreo de más de 1.345 tweets de candidatos tanto independentistas como constitucionalistas y 570.446 métricas, los resultados evidencian la eficacia de Twitter y el protagonismo del candidato y cuestionan la bidireccionalidad del discurso político en la Red.
Abstract
Que Twitter ha revolucionado la manera de hacer política no es novedad; tampoco lo es su capacidad de viralización, mediatización y activismo ciudadano. En paralelo, la personalización del candidato político alcanza un elevado índice de respuesta usuaria (me gusta, retweets [...]